Me llamas loca porque quiero que no me ofendas.
El problema no soy no.
Me llamas exagerada porque quiero que no te rías de mí, solo
conmigo.
El problema no soy yo.
Me ridiculizas cuando trato de explicarte que me has hecho
sentir mal.
El problema no soy yo.
Me quitas el móvil para mirar con quién me escribo.
El problema no soy yo.
Vienes a marcar territorio si hablo con otros.
No me posees, no eres mi dueño.
Me obligas a cambiar de ropa para protegerme.
El problema, no, no soy yo.
No te enfades cariño, solo me enfado yo. Tú eres un santo que no me merezco.
Perdona, mi amor.
Mis defectos son tu gran tema de conversación.
Perdona, cariño, a ver si mejoro.
Ver a mis amigas no implica que no te quiera.
Cariño, ya las veré otro día, no te enfades.
Cada cosa que digo te molesta.
Perdona, cariño, es verdad que la que se enfada por todo soy
yo.
Vamos a dejarlo no quiero discutir.
No entiendo porque discutimos si me he callado.
No te doy la razón como a los locos, no quiero discutir.
Yo no he dicho eso… he dicho...
Perdona, cariño, no te enfades.
Tienes razón, tengo mucho que mejorar.
Pero si no he dicho nada.
Perdona cariño, no te he mirado mal
Te he mirado como siempre.
Cariño no te enfades, te juro que no te he mirado mal.
No llores, mi amor. Ha sido por mi culpa, si hiciera las
cosas bien.
Si no te hiciera enfadar, esto no habría pasado.
Sé que lo estás pasando mal. No te preocupes. Te perdono.
Sé que me quieres. Sé que un día me matarás, pero sé que me
quieres.
Eso dices.
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